Mi debut teatral se produjo de la mano del director Ricard Reguant en uno de los teatros más emblemáticos de Madrid: La Latina. Fue con la adaptación musical de la comedia “Cuando Harry encontró a Sally”. Después llegó el melodrama “Zona de choque” de Buddy Thomas, adaptada y dirigida por uno de los directores bajo cuyas órdenes he trabajo más veces: Ricardo Pereira. El estreno fue en el Teatro Muñoz Seca.
Tengo un recuerdo entrañable de esa función – con la que estuvimos 3 años – y del personaje que yo interpretaba: Terry, un actor neurótico con poca suerte en el trabajo y en el amor. Especial ilusión me hizo las palabras que me dedicó Juan Ignacio García Garzón (crítico teatral de ABC): “…un papel vital para que la comedia funcione y que resuelve de forma magnífica Jaime Ordóñez; un papel lleno de sensibles matices, porque tras la desmesura de la «loca» Ordóñez sabe cómo dejar que su corazón se transparente”.