“Jaime Ordóñez, espectacular en su plano frente al espejo, tan deudor de El cabo del miedo de Scorsese, pero con esos tatuajes jocosos y rigurosamente demenciales”
“Jaime Ordóñez, espectacular en su plano frente al espejo, tan deudor de El cabo del miedo de Scorsese, pero con esos tatuajes jocosos y rigurosamente demenciales”